martes, 25 de enero de 2011

Detective esqueleto



Yo me he leído esta serie y a mí me parece muy interesante para todos aquellos a los que les gusta la magia, la fantasía, la aventura y el misterio.
La serie consta de tres libros, uno de cada color.

1. Detective esqueleto-color naranja.

2. Jugando con fuego-color verde.

3. Los sin rostro-color azul.




Va de un esqueleto viviente que es detective y tiene una ayudante llamada Stephanie. Juntos descubren la magia: fuego, aire, agua y tierra. Con estos poderes resuelven casos muy interesantes.
El autor es Derek Landy. Y la editorial sm
No os cuento más os animo a que lo leáis y disfrutéis tanto como yo.
Los que lo habéis leido, ¿qué opináis?
Escrito por: Javier Murillo

martes, 4 de enero de 2011

El farolillo de la Navidad.

Estaba solo en casa de la abuela, en las montañas, viendo por la tele la cuenta atrás. La abuela se fue al templo para verlo en persona, pero yo prefería celebrarlo en casa, donde estaba más calentito. Fui a la cocina para preparar los fideos, cuando de pronto tropecé. No quería perderme la cuenta atrás, ni el exquisito sabor de los fideos. Hice la croqueta tres veces seguidas, cogí el cuenco, los palillos, y me dispuse a recogerlos a una velocidad de 1,5 segundos. Me senté, disfruté de las campanadas y… ¡Año Nuevo!, ¡Yea! Me dormí a eso de las once. Dormí media hora y a las once y media me levanté al baño, cuando la abuela entró en casa, con unos farolillos que ponían en uno “frío” y en otro “nieve”. Le pregunté qué era eso. Ella me respondió:

–Bueno, ya va siendo hora de que te lo diga: El frío, el calor, la lluvia, la nieve… todos ellos están formados por estos farolillos. Y cuando llega el momento se juntan algunos y forman una estación. No sólo las estaciones, sino también las Pascuas y esas fiestas. Pero sólo hay uno que no he conseguido: es el de la Navidad.
–Entonces, ¿cómo es que todavía celebramos la Navidad?
–Porque voy al templo y enciendo las cien velas.
–¿Y por qué no las puedes juntar tú misma?
–Pues porque estoy ya muy débil. Fíjate: la Navidad ya se va a acabar y las velas están a punto de…

Fue entonces cuando estornudé en los farolillos, crecieron las llamas y se juntaron formando sólo una.
Desde entonces la Navidad dura un poco más de tiempo. E hizo que el espíritu de la Navidad creciera en las personas, gracias al Farolillo de la Navidad.

Realizado por: Patrick Roika

La Navidad especial.

Érase una vez, en una Navidad muy lejana, había un niño llamado Tim, que lo quería todo para él y era un poco malo.

Tim era muy avaricioso, aun teniendo en cuenta que en esa época los juguetes eran muy escasos. Tim en el cole tenía pocos amigos.

Un día, Tim llegó a casa. Ese día había acabado el cole. Iba a entrar en su casa cuando vio que la puerta estaba cerrada, porque tenía las llaves puestas por dentro. Como su casa era pequeña, con ladrillos casi saliéndose, los escaló y entró por la ventana, y vio a sus padres enfermos, tirados en el suelo. Tim, preocupado, llamó al vecino de al lado, porque sabe que es enfermero. El vecino le dice que sus padres tienen el “constipado navideño”. Tim, preocupado, pregunta:
–¿Y qué es eso?
–Un constipado muy grave –dice el doctor.
–¿Y se puede curar? –dice Tim.
–No, a no ser que les estés cuidando hasta que se les pase –dijo el doctor.

Tim no para de trabajar por ellos. Les hacía la cena, la comida, el desayuno y las tareas de la casa. Sus padres estaban cada vez peor, así que por la noche pidió un deseo a una estrella.
–Por favor, cura a mis padres. A cambio no me traigas nada por Navidad, por favor.
La estrella brilló muy fuerte y Tim se durmió.


Cuando despertó, sus padres estaban sanísimos, y no le importó nada no tener juguetes. Ese día, Tim aprendió la lección de su vida: la felicidad no se consigue a través de los juguetes sino de la salud de tu familia.

FELIZ NAVIDAD.
Realizado por: Gonzalo Gómez