lunes, 24 de marzo de 2014

Un día de esgrima



El  jueves 13 de marzo fuimos a hacer esgrima al Club de Barajas. Fuimos en autobús y, nada más llegar al polideportivo, nos situamos en una  pequeña zona de éste.
El profesor de esgrima se llamaba Emilio. Al principio nos  explicó la historia de la esgrima, dónde y cuando apareció, qué es la esgrima y tres tipos de armas: la espada, el sable y el florete.

Más tarde, con espadas de goma-espuma, empezamos a pelear entre nosotros, y Emilio nos enseñó algunos pasos de la esgrima. También hicimos juegos para ver lo que habíamos aprendido. Después vino la parte más divertida, nos dio las protecciones: casco, guante, chaquetilla... y subimos al aula de esgrima. Allí fue cuando hicimos esgrima de verdad, es decir, hacíamos  duelos contra otros compañeros, y se encendía una lucecita cuando dabas con la espada en el cuerpo a tu contrincante. Hacíamos dos o tres duelos cada uno.
Después fuimos al autobús y nos dirigimos de vuelta al cole, fue muy divertido.

A mí me encantó, porque nunca había hecho esgrima y por una vez pude probar. Si pudiera volver a ir, sin dudarlo repetiría.

Marina Fernández. 6º A



Por su parte, Pablo Sanz nos hace una descripción de la actividad similar, pero acaba relatándonos lo que este deporte nos enseña también para la vida: «que si pierdes ganas y, si ganas, ganas. Esto quiere decir que, si pierdes, aprendes de los errores y, si ganas, es mejor; pero la vida siempre hay que verla por el lado positivo».