"nunca te olvidaré", "siempre seremos amigos"; otros, con más suerte, "nos veremos después del verano".
Reconozco esa sensación de vacío en el centro del pecho, allí donde se registran las emociones reservadas a alguien que ha sido tu confidente, tu amigo.
Las despedidas de los chicos de doce años están llenas de ternura, de alegría, de lágrimas de lluvia, de la que disfrutamos al mojarnos extendiendo los brazos y corremos a refugiarnos bajo el árbol.
Lluvia pasajera que sólo reactiva el calor.
Después vendrán otras, donde tienes la certeza que la despedida será definitiva, y en el recuerdo, grabada la imagen parada del amigo diciéndote adiós con la mano. Lluvia persistente.
"Partir es morir un poco.
ResponderEliminarEs morir a lo que se ama,
uno deja un poco de uno mismo
en cada hora y en todas partes.
Es siempre el luto de un deseo,
el último verso de un poema.
Partir es morir un poco,
es morir a lo que se ama.
Y uno parte, y es un juego,
y hasta la despedida final
con el alma, uno deja
una huella en cada adiós.
Partir es morir un poco".
Ejercicio para escolares, de éste o de otro curso:
¿De quién es la frase "partir es morir un poco"?
Una pista: no es el novelista que puso así el título a una novela. Es de un poeta francés.
Posdata: ¿Qué quiere decir eso de que partir es morir un poco?
¿Y qué es partir sino decir adiós a una tierra, a un país, a un tiempo... a unos amigos, a un curso?
Reflexiones de fin de año escolar.
Un diez al curso y a la profesora. ¿No?