No, no vamos a contar en los ábacos, ni los centímetros que hay desde tu mesa a la mía, ni los litros de agua que bebemos... Ni siquiera vamos a contar los metros de valla que necesitamos para vallar el huerto, aunque esto de poner vallas al campo ahora está a la última.
Vamos a contar un cuento, una poesía, un libro que nos ha gustado, vamos a contar y a contar por el placer de hacerlo, por la necesidad de comunicarnos, y después ya veremos...
Ya lo ha iniciado Laura con su " Diario de a bordo por Canarias" y Julia nos ha recomendado dos libros.
Una hermosa tradición casi perdida, la del cuenta-cuentos. Una estupenda invitación, la de contar historias y no sólo números.
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