Era tranquilo, alegre y soñador. Tenía muchos amigos entre los otros elfos. Compartía con ellos todo, excepto su gran secreto: sólo veía en blanco y negro.
Una alegre mañana, a finales de invierno, encontró una carta a los pies de su casa-árbol. En ella le decían que había sido nombrado por Los Grandes Elfos el encargado de preparar ese año el Nacimiento de la Primavera.
Se asustó tanto que tuvo que sentarse para pensar qué podía hacer. Estuvo así, sentado y pensativo, durante horas y horas. No se le ocurrió nada y al final decidió pedir ayuda a las hadas del bosque. Cada una de ellas le concedió la visión de un color.
Así, el día 21 de marzo estuvo más colorido que nunca.
Realizado por Irene Muñoz.
Nuestro amgio elfo era como los perros, que sólo ven en blanco y negro, sin embargo su olfato está lleno de matices y su oído percibe las frecuencias más agudas que los humanos no somos capaces de oír. Las hadas del bosque le regalaron la visión en color. Y todo fue un caleidoscopio maravilloso. Leyéndote ha sido como si lo viera con mis propios ojos.
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