En el colegio
cada vez que juego al escondite me escondo en el
rincón
de aquella pared,
mi
cuerpo tiembla porque tú
estás más cerca de mí;
tú cuando me ves
me intentas pillar
pero no puedes,
porque yo corro más.
Álvaro Montalvillo.
Precioso acróstico, lleno de sensibilidad e ingenio
ResponderEliminar