Cuando me voy a dormir
cojo mi peluche
que me hace feliz.
Cuando tengo miedo
mi corazón rápido late
y pienso en el cielo.
Cuando estoy contenta
todo lo que veo
todo, miro más atenta.
Cuando estoy triste
mi madre me apoya
para que me despiste.
Cuando estoy frustrada,
nunca, nunca, nunca,
hago caso a nada.
cojo mi peluche
que me hace feliz.
Cuando tengo miedo
mi corazón rápido late
y pienso en el cielo.
Cuando estoy contenta
todo lo que veo
todo, miro más atenta.
Cuando estoy triste
mi madre me apoya
para que me despiste.
Cuando estoy frustrada,
nunca, nunca, nunca,
hago caso a nada.
Salomé Ayuso. 5º A
Salomé, ya sé que repartes dulzura y alegría en cada rincón de la clase, sería la estrofa que más te caracteriza, pero yo no estoy en eso de acuerdo contigo. A mí, con la alegría la mirada se me achica, será que tengo un poco cara de japonesita, el mundo entonces es más feliz pero más estrecho.
ResponderEliminarSin embargo, en la tristeza mi mirada es amplia, capto los detalles más insignificantes, veo como tú dices todo,especialmente el dolor del otro.
Lo demás a veces es ruido.
ResponderEliminarHay muchas formas de estar atento a lo que nos rodea. El silencio y la quietud son necesarias.