miércoles, 8 de mayo de 2013

Sueños de una semilla.

Había una vez un grano de cacao llamado Pancho que vivía en una plantación del sur del Ecuador. Desde muy pequeño, aun siendo una semilla, soñaba con cruzar el océano, porque su padre le había contado que el máximo honor de un granito de cacao era tranformarse en el chocolate más famoso y fino del mundo, el chocolate suizo.Pero para ello tenía que competir con granitos brasileños, costa marfileños, nigerianos, malayos, que tenían el mismo sueño que él. El viaje fue duro en las bodegas del barco que los trasladaba a la costa, igual de incómodo viaje en el camión que le llevaba a Suiza. Cuando llegó estaba cansado al igual que sus compañeros pero ilusionado por la aventura que iba a vivir. El proceso de selección fue largo, pero valió la pena porque alcanzó la final y su sueño se hizo realidad, convertirse en un exquisito bombón.

Lucía Díaz- Crespo. 5º A

4 comentarios:

  1. un periodista que pasaba por aquí8 de mayo de 2013, 21:52

    Me ha dado un poquito de pena merendarme a Pancho, pero el bombón ¡estaba tan rico!
    Bonita historia.

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  2. Como mola tu historia lucía, me gustaría comerme ese bombón

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  3. Lo escribo en otro comentario en este blog: acentuación, puntuación, uso de mayúsculas. Un comentario con fallos de ortografía desluce mucho. "Como mola tu historia lucía, me encantaría comerme ese bombón". Lo correcto sería: ¡Cómo mola tu historia, Lucía! Me encantaría comerme ese bombón".
    Como dije en otro comentario, Lucía es un nombre propio y comienza por mayúscula. No es algo que uno pueda hacer o no hacer: debe escribir el nombre con mayúscula inicial.
    En cuanto a la historia de Lucía, es un buen ejercicio imaginativo. Como se desprende de lo que dice ese "periodista que pasaba por aquí", es una pena que el sueño de alguien sea acabar en el plato de un tercero para que te coma. Al mismo tiempo, para un grano de cacao no hay destino más exquisito que convertirse en una tableta de chocolate extrafino o en un bombón cremoso. La alternativa es caer al suelo. Es una hermosa contradicción.
    Me ha encantado el relato de Lucía. Espero que escriba más.

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  4. Me ha gustado mucho Lucia, espero poder leer mas cosas tuyas.

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